Que
no ves que ya no se que esperar contigo. Subes, bajas, vienes, te vas. Me odias,
me quieres y entonces me quieres olvidar. Vuelves a las andadas de la
inseguridad. No sabes que quieres pero no me dejas desaparecer ni caer en el
olvido. Limitas a quién no quieres por miedo a que te haga menos caso que a
quién realmente lo merece. Juegas pero no quieres ganar ni perder. No sabes si
vas a decir blanco o negro o rosa o cualquier color que te diga algo. No eliges
ni dejas elegir. Buscas que te quieran sin querer querer. Y me sigues echando la culpa de algo que ya venía
de antes, que yo solo remate. Que fui tu puta dinamita pero ya es hora de que
dejes de estallar. Por qué estar contigo es tener que ir de puntillas en torno
a tus emociones. Que ya no puedes seguir así. Que no puedes ser feliz una
semana y deprimirte otras dos. No puedes jurar que estas bien cuando con lo
mínimo te hundes. Que ahora que tienes lo que quieres no quieres aprovecharlo.
Que el miedo viene y va pero en tu caso eres tú la que lo retiene. Juegas a ser
la reina de corazones sin saber que es ella la que no tiene a nadie en su
corazón. Te enfadas con quién quiere
avanzar y echas de menos a quién no quieres. Ya no lloras hasta reír porque no
dejas que nadie te haga llorar. Ya no dices no sé pero sigues sin saber y sólo
quieres que alguien llegue y te diga…
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