El
tiempo no mide a las personas. Poco importa cuánto tiempo haya pasado desde que
conociste a esa persona. Poco importa los meses o los años. Importa que sepas
como sonríe cuando le dices algo que no esperaba pero que se moría por
escuchar. Importa que sepas cuando decirle una tontería para iniciar una
conversación más tonta aún pero que cuenta más que cualquier otra llena de
verdades. Importa saber el momento exacto para acercarte cuando está rodeado de
un montón de gente pero sólo quiere que le rodees tú. De nada sirve contar las
veces a la semana que habláis o quién inicia las conversaciones. Lo que cuenta
es cuando con una palabra puede cambiarte el día. Cuentan más los pequeños
detalles que los grandes hechos. Vale más una mirada que un millón de palabras.
Son más bonitas las discusiones que acaban en besos que las conversaciones
serias que siempre llevan consigo un buen montón de lágrimas ¿Pero durante cuánto
tiempo nos llega esto? ¿Cuándo empezamos a necesitar más? ¿Cuándo empiezan las
inseguridades? ¿Cuándo llega esa extraña locura? ¿Cuándo es hora de pedir más?
¿Cuándo debemos decir adiós cuando ya no llega nada nuevo?
Cállate que voy a escribir
domingo, 11 de enero de 2015
jueves, 25 de diciembre de 2014
sábado, 6 de diciembre de 2014
Siempre revueltos, nunca juntos
Que a fin de cuentas estamos como siempre. Y eso no es bueno. Y eso tampoco es nuevo. Y al final nos quedamos como siempre sin decir nada porque nada sirve para solucionar esto. Y después de todo somos dos personas que siempre revueltas pero nunca juntas. Y aunque me canso aquí me quedo. Y no lo entiendo pero tampoco quiero.
lunes, 17 de noviembre de 2014
Un clavo ardiendo
Vale que las cosas siempre se tuercen. Vale que siempre las tuerzo yo. Pero admite que tú también pones de tu parte. Vale que desperté tarde. Vale que a veces a la tercera no va la vencida. Vale que a lo mejor no quiero. Vale que si no quiero es por algo. Vale que ahora esté más centrada. Pero no vale de nada aferrarme a un clavo ardiendo. No me vale quedarme con algo que no me llena lo suficiente. Pero no sé decir adiós, ni quiero. Y continúo con ese clavo. Y me quemo cada vez más pero no aprendo.
martes, 21 de octubre de 2014
Me cansé de echarte de menos
"Soy el capitan de este barco roto
Soy el gilipollas que te sabe a poco
Soy el corazón bastardo de cupido
Que alejas del tuyo con cada latido "
sábado, 18 de octubre de 2014
martes, 19 de agosto de 2014
“Yo sé lo que es la obsesión, y estás
obsesionado. No lo puedes ocultar, saltas cuando suena el teléfono, ves tú
correo cien veces al día, quisieras poder escribir canciones. Sientes la
necesidad de decir su nombre en conversaciones. Siempre es lo mismo, y lo estás
experimentando amigo. Bienvenido a mi mundo.”
miércoles, 16 de julio de 2014
lunes, 5 de mayo de 2014
Ni un clavo ni veinte.
Ni un clavo ni veinte. Resulta que el clavo no es importante. No es imprescindible. Pero la naturaleza humana es caprichosa, tampoco podemos negarlo. Después de la fase depresiva post-ruptura o final de lo que sea que hubiésemos tenido llega La Frase. Así, con mayúsculas y todo. "Tranquila un clavo saca otro clavo", esto y el "tranquila tía, tu no te rayes por él" son los consejos más sabios que te darán tus amigas cuando llegue el momento. Pero no vale juzgar. Apuesto lo que quieras a que tu también lo has dicho más de una vez (y sin saber muy bien porqué). Ellas lo hacen con la mejor intención del mundo, para que veas que el horizonte esta lleno de posibilidades para olvidarlo. Pero no, aún no has llegado a la fase de olvidar, nada de eso. Las cosas o las hacemos mal o no las hacemos cuando estamos en esa fase. Aparecen clavos y ahí estamos dispuestas para que cada uno de los clavos nos curen. Oye, si todo el mundo lo hace y lo dice pues servirá para algo que aparezca un clavo. Lógicamente no vale, no estamos listas y el pobre clavo no saca al anterior. Y así sucesivamente alternando frases como "Si un clavo no saca otro clavo, a lo mejor veinte sí", "Mejor sola que mal acompañada", "No quiero complicarme ahora"... Al final, un buen día sin darte cuenta lo olvidas y entonces ya no son clavos lo que encuentras.
Todo hay que decir que de aquí a que te das cuenta de que no son simples clavos pues transcurrir en periodos de tiempo muy diferentes dependiendo de la persona.
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