martes, 4 de septiembre de 2012

Ignorar

Dependiendo de qué o de quién resulta más fácil o no. Ignorar lo que no nos gusta o no nos apetece no duele, al contrario nos libera. Ignorar lo que se quiere cuesta, duele y mata. Ignorar a quién se quiere, a mí parecer, me cuesta horrores pero el orgullo ayuda (poco, pero ayuda). A veces me pregunto por qué ignorar, todavía no tengo respuesta. 
En la vida se pueden ignorar tantas cosas que a veces ignoramos el mismo hecho de ignorar. Aun que ignorar parezca lo fácil en el fondo todos sabemos que por mucho que ignoremos hay cosas que se quedan siempre con nosotros. Son pedacitos que se van juntando y van marcándonos poco a poco, hasta formar parte de esa pequeña o gran herida abierta que siempre tenemos. Y esto, esto no sé puede ignorar por mucho que nosotros lo deseemos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario