domingo, 12 de febrero de 2012

Cosas de "el no"

-A mí nadie me dice que no.
-¿Nunca?
-Jamás.
-Bueno, eso era por que todavía no me conocías.

Se levantó y comenzó a andar. Fue incapaz de no sonreir. Él se quedó perplejo, sentado todavía en el banco. Pero tampoco pudo evitarlo, sonrió. El primer no, el mejor no que jamás había escuchado. Ella por su parte sabía que ese no había sido un no común. Acostumbrada a negarse sin tan si quiera pensar, se dio cuenta de todos los matices de su negativa.

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