miércoles, 26 de enero de 2011

Un día de esos...

En su Ipod sonaban letras alegres.  El calor recorría la ciudad. El sol brillaba y ella iba caminando perdida en sus canciones. Depronto en su bolso empezó a vibrar su teléfono. Bonton de pausa.
-Diga.
-Hola, princesa.
-¿Princesa? ¿No tienes nada menos típico? Anda piensatelo mejor. Y vuelve a llamarme.
Siguió caminando y tras un par de pasos el teléfono volvió a sonar.
-Diga.
-Ten cuidado, hoy pienso cometer un secuestro.-Ella sonrió.-Cierra los ojos.
-Hecho.-Mintió ella.
-No seas mentirosa.-Cata se sobresaltó.-¿Cómo...?
-Chsss calla y cierra los ojos. Que hoy tus ojos son más cielo y me apetece secuestrarte.-Ella los cerró y se quedó quieta entre la gente. Alguien la agarró de la cintura y le tapó los ojos. Ella se dejó llevar. Sabía que era él.-Siempre serás mi día favorito.

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