No es dolor, es algo así como incomprensión. Incomprensión por no saber, no entender por que siempre destino un minuto de mi día a pensar en quién no debería pensar. Pensar en cosas que no dan lo suficiente como para pensarlas. Pero pienso. Y más que doler me jode. Que desperdiciar tiempo, aunque solo sea un minuto, no es bueno. Que el tiempo pasa cada vez más deprisa pero parece que en mi cabeza no quiere pasar y así sigo, como mis días buenos y con sus minutos amargos. Y ahora ya entiendo menos aún que antes. Antes quería querer, quería olvidar y ahora sólo quiero no tener nada que olvidar ni nada que querer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario