sábado, 27 de abril de 2013

Posesivos

Somos materialistas hasta llegar al extremo. Todo es nuestro y no estamos dispuestos a perderlo. Cuando somos niños prestamos nuestros juguetes con un ápice de resistencia, son nuestros, pequeños tesoros que solo tienen un dueño. Creemos y seguimos igual, de manera más intentas o más simple. Nos cuesta dejar cosas corrientes, nuestro bolígrafo preferido, ese vestido que parece hecho a medida o algo más abstracto como esa canción que parece hecha para dos y alguien se empeña en regalarla a terceros. Y eso nos duele porque ya no es tu canción, es vuestra y eso no cuenta el doble ni el triple ni nada contable. Vale más que todo tu armario, que lo más caro que hayas podido imaginar comprar. Y en el fondo siempre es igual, somos unos materialistas posesivos que cuidamos celosamente nuestras posesiones más valiosas. Nos empeñamos en poner posesivos a todo, porque el día no es una mierda, solo "tu" día es una mierda, no es amor, es "tu" amor, no es una canción, es "vuestra" canción, no es una calle, es "vuestra" calle. Parece que necesitamos reafirmarnos, mostrar que tenemos la fuerza necesaria para tener un "mío", para poseer lo imprescindible y lo prescindible. Para ser el algo de alguien. Ser algo, ocupar un lugar, no pasar por el mundo sin más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario