domingo, 17 de marzo de 2013

¡Despierta, tonta!

Despiértate ya. Deja de pensar en dinamita. Lo único que va a pasar es que te va a volver explotar en tu bonita carita de niña buena. Tu carita que oculta una nueva personalidad con toques de locura y autodestrucción, pero aún así te gusta. Te gusta seguir rota. Te gusta romperte un poco cada vez que te arreglan unos labios nuevos. Te gusta fingir que toda esta bien. Te gusta fingir que te lo crees. Te gusta la rutina de acabar mal. Te gusta esconderte de la verdad. La verdad que no hace otra cosa más que chillarte en tu carita de niña buena que todo es tu culpa. Ahora asúmelo, despierta deja tu maldita dinamita. Deja de reventarte la felicidad cada vez que la rozas de nuevo ¿Que sabrás tú de la felicidad o de cuestiones un poco más profundas que una simple calada de un vicio nuevo? Tú no sabes ni despertarte solita. Vives soñando con dinamita sin saber que no es una simple pesadilla más. Que es un sueño porque no dejas de ansiar dinamita en tu corazón. Sí, he dicho corazón. Corazón porque, aunque joda, tú también lo tienes. Deja de reventar la felicidad, deja de jugar a ser mala ya. Deja de explotar, el mundo sólo es un daño colateral. Tú, una víctima constante de tu miedo a admitir. Admitir que no sabes  estar bien, que estar mal te sale mejor. Y ya está. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario