Deberías saber que soy una persona sin término medio, que lo mío son los extremos y que, aún así, para mí no todo es blanco o negro. A veces hago excepciones, de las malas por supuesto, y lo que debería ser negro yo lo veo azul oscuro y lo blanco un poco gris. Cuando estoy mal lo estoy de la manera más profunda y cuando estoy bien lo hago de la manera más fuerte. Por eso la gente se preocupa tanto, porque cuando me hacen daño no dejo que me ayuden, no atiendo a razones y aunque esto los hacemos todos yo lo hago de manera más exagerada. Yo me encierro en mi lado oscuro y ahí me quedo triste y vacía. Y que nadie intente sacarme de ahí, eso si que es una misión imposible. Sola lo que se dice sola no soy capaz de salir. Digamos que es la suma de esos intentos, de los míos y los golpes y sobre todo el aburrimiento y la monotonía que es estar siempre igual. Para mí lo fácil es irme hacia mi pequeño lado oscuro pero a veces me canso y simplemente salto. Salto hacia el otro extremo y la pena se queda más bien lejana y me sirve para reírme. Reírme de esas cosas que me hacían sentir tan mal. En el fondo soy extremista por que necesito esos dos puntos de vista. Todo lo malo y todo lo bueno, para mí no tengo término medio. Para otros me es imprescindible tener término medio. Y es que a veces nos cuesta que lo que nosotros vimos como bueno ahora sea tan malo y que lo malo empiece a ser tan bueno. Podría decirse que soy una extremista con casi término medio.
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