Desde que te conocí me volví más niña. Todo es un conjunto de juegos y es que juego. Jugué a hacerme la difícil y la imposible. Jugué a dejarme ganar, a querer sin querer. Jugué a querer y después a odiar. Perdí en ambos. A veces todavía juego, ya no es lo mismo. Ya no me creo el juego. Se que no te odio pero aún así juego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario