Y aquí va ¿estáis listas? Feliz
navidad. Sí, feliz navidad, otra de las muchas que os voy a desear. No sé si os
habréis dado cuenta ya pero nos quedan tantas y tantas navidades y cumpleaños y
noche viejas y veranos e inviernos y primaveras y otoños. Mucho tiempo y no hay
medida exacta de tiempo para contabilizarlo pero vamos a decir que lo que dure
un para siempre. Sí, esa es una medida bastante apropiada. Lo que dure un para
siempre, cuantas veces habremos querido escuchar esto con relación al amor (yo
ahora que lo pienso ninguna, pero bueno seguro que vosotras sí que ya sois
cinturón negro en estos temas). Todo va de amor en estos momentos ¿no? Y os
digo a vosotras mis amores que esta amistad nuestra espero y quiero que dure
eso, un para siempre. Es cierto, a veces tendremos que esforzarnos por seguir
así, así como somos pero la mayor parte del tiempo nos sale solo. Y es que
podemos estar meses sin vernos, sin hablarnos, sin nada y en un minuto volver a
ser lo que éramos. Lo bueno nunca cambia, nunca pasa de moda. Si me paro a
pensarlo vosotras sois como los básicos en mi armario (ya, ya lo sé, yo y mis
comparaciones). Sois como esos vaqueros perfectos cómodos y divinos que siempre
me van a sentar bien. Porque vosotras me sentáis bien, siempre. Da igual el
tiempo y los quilos de tristeza que me eche encima, me sentáis bien siempre y
eso, eso es bonito. En el fondo es un poco estúpido deciros que espero que
tengáis una feliz navidad por que no espero eso, para nada. Yo lo que quiero es
que seáis felices los otros trescientos sesenta y cuatro días del año, porque
ser felices un día es lo fácil y yo ya lo dije una vez: Lo fácil es aburrido y
nosotras, corazones, somos de todo menos aburridas.
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