viernes, 26 de octubre de 2012

Capicúa

La vida es una extraña sucesión de caídas y tropezones tontos, de levantarse y repetir el proceso otra vez. Es una sucesión de lágrimas y risas, de amores y amigos. Un conjunto de personas, momentos y lugares que inconscientemente se te quedan guardados. La vida no deja de ser una mezcla de los momentos malos y los buenos, los que están por venir y los que nunca queremos que se vayan. Pero en el fondo todo pasa y eso, muchas veces, nos aterra. El miedo, lo más normal. Pero lo que todos necesitamos son pequeñas cosas simple. Quizás una amiga que te haga reír mientras lloras, otra que te haga reír hasta llorar y alguien que te enseñe a ser feliz y a sufrir, por que en el fondo son cosas que no podemos separar. Reír y llorar, ser feliz y sufrir. Parejas perfectas, aun que nos cueste reconocerlo. Una especie de números capicúa, sí, de esos que se pueden leer del mismo modo de izquierda a derecha o a la inversa. Nunca sabremos lo que es la felicidad hasta que aprendamos lo que es sufrir y nunca valoraremos las risas hasta que hayamos llorado. En el fondo, las cosas buenas de la vida siempre son cosas de dos. Lo único que podemos hacer es aprender que levantarse y reírse de la caída sólo es cosa nuestra. 

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