¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?

-Y dime, ¿qué hace una chica como tú en un sitio como éste?-Ella no necesita mirar a su alrededor, sabe que es un bar como otro cualquiera. Lo mira divertida levantando una ceja. Un gesto de lo más particular en ella.

-¿De verdad quieres saberlo?

-Por supuesto-Confirma él.

-Bueno, pues acércate-él se acerca divertido-Yo... Realmente no creo que quieras saberlo- Vuelve a su posición inicial y muerde la pajita de su copa mientras da un buen trago.

-Me puede la curiosidad-Y es verdad, ella tiene algo.

-Uy ¿curiosidad?-Menea la cabeza fingiendo preocupación.

-¿Que pasa?

-Pues que hay dos opciones.

-¿Dos opciones?

-Sí-Da otro gran trago- O bien te lo digo o bien no...

-Pues vaya opciones...

-Si no me interrumpieras te lo explicaría.

-Lo siento-Esboza una gran sonrisa, ella le corresponde mientras termina su copa.

-Si te lo digo o no da igual-Iba a interrumpirla de nuevo pero ella, sin tonterías le tapa la boca- Te quedas así hasta que termine. ¿Donde estaba? Ya, pues las dos opciones nos llevan a lo mismo: Vas a seguir pensando en mí y que hacía aquí realmente- Le quita la mano de la boca, sonríe y se va. Él se queda quieto viéndola alejarse.

En efecto, el pensará en ella pero ella tampoco lo olvidará. No olvidará a aquel simpático chico de ojos verdes que utilizó aquella frase. Tampoco se va a engañar, conoce la canción, le encanta. Ella podría haber sido más delicada y en vez de taparle la boca, simplemente su dedo indice sobre los labios de él pero ella no es así y no tiene porque serlo. No sabe si mañana la recordará o si en algún momento pensará en ella. Pero en la incertidumbre esta la gracia.