Las manías, las costumbres, esos pequeños detalles característico que nos hacen de algún modo raros y especiales. Hoy me he dado cuenta de una costumbre que tengo desde hace tiempo: cada vez que me pasa algo importante y malo, siempre es malo, me hago algo en el pelo. Un baño de color para distraer la atención de mi vergüenza, un corte diferente para moldear mi angustia o unas mechas para divertir mi tristeza.
Será que cada uno supera las cosas como puede y como quiere.
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