-¿Quieres saber que me apetece hacer ahora?-Dice mientras se libera de su abrazo y se pone de pie.
-¿Qué?-Le pregunta con cautela sin dejar de mirarla.
-No me lo preguntes como sí tuvieses miedo-Dice riéndose.
-¿Miedo? ¿A ti?-Se mofa él. Pero en cierto modo tiene miedo. Ella le produce un miedo terrible con sus preguntas. Se levanta y la abraza por la espalda.-Dime.
-Quiero gritar.
-¿Gritar?-Pregunta desconcertado.
-Quiero gritar al mundo que ya no soy suya.-Se gira y lo besa.
Y en ese beso demasiados sentimientos. Los de ella de felicidad y tranquilidad, en ese pequeño momento. Los de amor mezclados con inseguridad de él. Por que si bien tienen un gran amor tiene demasiadas diferencias. Ella es inestable, imprevisible, dulce y él seguro y estable. Demasiado distintos. Por eso tras el beso aparece un deseo: Gritar que ya no te temo!
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